Aquí estamos todos, metidos en casa en plena Cuaresma y con la Semana Santa tocándonos los talones. Y hemos pensado, que ya que no podemos salir a vivir una de nuestras celebraciones más tradicionales, que tal si llevamos la tradición y un poco de su espíritu a nuestros hogares.
Así que como este año no podremos servir nuestras deliciosas y artesanas torrijas en las mesas de nuestras tiendas, donde tanto nos gusta veros, vamos a haceros llegar las torrijas a vuestra casa.
En el siguiente artículo compartiremos con vosotros una sencilla receta para preparar nuestras deliciosas torrijas en vuestras cocinas tal y como nos enseñaron a nosotros nuestros padres y profesores. No sin antes, contaros parte de la historia y la tradición de este dulce que ha acompañado durante tanto tiempo a la Semana Santa.
La torrijaes un dulce hecho de una rebanada de pan empapada en leche o vino y que, tras ser rebozada en huevo, se fríe en aceite. Se endulzan conmiel o azúcary se aromatiza con canela. Hay tantas recetas como personas las hacen, se puede echar un trozo de cáscara de limón en el aceite de oliva de la sartén para darle un toque diferente, o clavo, se pueden bañar en chocolate, o hacerlas con natillas o helado, cada cocinero le añade su propio toque.
De las torrijas, también llamadas torejas o tostadas según la zona, ya se hablaba en época de los romanos. Recetas del siglo I d.C. escritas por el gastrónomo romano Marcus Gavius Apicius ya mencionaban un dulce muy similar a las torrijas.
Aunque las más parecidas a tal y como las conocemos ahora, tienen su origen en el siglo XV y nacen como una costumbre muy alejada de la celebración de la Semana Santa. Juan de Encina utiliza el nombre de«torreja» en un villancico de su Cancionero al parecer como plato indicado para la recuperación de parturientas.
Lope de Vega también menciona las torrijas en sus obras. La torrija era a comienzos de siglo XX muy habitual en las tabernas de Madrid y se servían con vasos de vino (chatos).
Pero ¿cómo llegaron a ser un dulce de Cuaresma y Semana Santa? No se sabe a ciencia cierta como las torrijas se han instaurado como postre típico en estas fechas, pero lo cierto es que al ser un alimento saciante y calórico que aportaba mucha energía, comenzaron a incluirse en la Cuaresma para compensar los períodos de abstinencia de algunos alimentos. Otra de las explicaciones que se creen posibles es la necesidad de aprovechamiento del pan sobrante, que, durante el tiempo en que no se podía comer carne, era menos consumido, aunque las familias elaboraban la misma cantidad.
Como curiosidad, desde 2013, la Academia Leonesa de Gastronomía organiza el Concurso Nacional de Torrijas para cocineros profesionales en la ciudad española de León.Son cuatro las categorías establecidas para este concurso: tradicional, innovadora, salada y stevia. Os dejamos el enlace de su página de Facebook por si sois unos apasionados de las torrijas y queréis estar a la última en cuanto a tendencias en su elaboración se trata: https://www.facebook.com/concursotorrija/
Pero no solo en España se consumen torrijas, otros países de Europa tienen también su propia versión de torrija tradicional. En Francia llaman a su versión el pain perdu, o sea, el pan perdido. En Gran Bretaña y Alemania las denominan algo parecido, poor knights of Windsor y Arme Ritter respectivamente. Los portugueses las conocen como rabanadas, aunque son más un dulce típico de Navidad. Los americanos a las torrijas las llaman french toast, los suizos las llaman fotzelschnitten, los austríacos pofesen, bundás kenyér en Hungría y wentelteejfe en los Países Bajos.
Como podéis comprobar las torrijas son un dulce muy antiguo y tradicional con tantas versiones como lugares y cocineros las preparan. Así que escoged la que más os guste, porque es tiempo de torrijas en casa¡
INGREDIENTES:
PREPARACIÓN: