Es sabido por todos que el desayuno es la comida principal del día, la base de nuestra energía para las actividades diarias. Aunque muchos de nosotros nos contentamos sólo con una cafetera que nos prepare un delicioso café expreso, la realidad es que consumir únicamente una bebida es una de las formas menos convenientes de iniciar nuestro día.

Es necesario incluir otros grupos alimenticios que nos brinden la energía suficiente para que nuestro cuerpo pueda hacer sus labores diarias. En este sentido, una de las mejores comidas para consumir es el pan.

El pan es un hidrato de carbono el cual al ser ingerido se convierte en glucosa, la principal fuente de energía para nuestro cuerpo. Además, no sólo brinda hidratos de carbono a nuestro cuerpo, también, según el tipo de pan que elijamos, nos aporta vitaminas, proteínas, minerales y fibra.

A pesar del bien que genera este tipo de alimentos en nuestro cuerpo, en la sociedad actual los hidratos de carbono no se encuentran bien vistos, en base a la moda impuesta de que este grupo de alimentos es el causante del sobrepeso y la obesidad. Sin embargo, estas afecciones del cuerpo no sólo con causadas por un grupo alimenticio, sino que se deben a un conjunto de diferentes factores. Entre ellos, la vida sedentaria, un consumo excesivo de azúcares y grasas, tomar porciones muy grandes, y diversos factores genéticos y psicológicos.

Es por ello que es imposible pensar una dieta sin hidratos de carbono, ya que son los principales impulsores de nuestro cuerpo para que podamos hacer toda nuestra rutina.

¿Qué alimentos debería incluir nuestro desayuno?

Un desayuno completo debería incluir una infusión (café, té), la cual sirve para hidratar nuestro cuerpo después de la noche, un alimento lácteo (quesos, yogur o leche), una fruta o un zumo de fruta para incorporar vitamina C y azúcares, y pan o algún otro hidrato de carbono (galletas, cereales, avena, …).

El pan puede ser blanco o integral, y puede estar o no tostado, ya que en cualquier caso sigue brindando los mismos beneficios a nuestro organismo, con la diferencia de incluir en mayor o menor medida fibras.

Para muchos de nosotros, un desayuno tan completo puede implicar mucha comida, ya que nuestro cuerpo está acostumbrado a ingerir pocos nutrientes por la mañana. Sin embargo, el cambio en la alimentación es posible, ya que nuestro cuerpo puede cambiar de hábitos sin problemas.

Otra opción es dividir el desayuno con una toma a media mañana. De esta forma, al consumir los alimentos en diferentes horarios el cuerpo no siente sensación de pesadez. Además, el incorporar esta toma a media mañana también fomentarás llegar con menos hambre al almuerzo, por lo cual las raciones podrán ser más pequeñas.

¿Con qué podemos acompañar el pan?

Existen muchos ingredientes ideales para acompañar al pan en el desayuno. Según nuestros gustos, es posible combinar el pan con alimentos dulces o salados:

• Huevo revuelto.
• Quesos y aceite de oliva.
• Arándanos o frambuesas, mermelada de naranja amarga.
• Aguacate y tomate natural.
• Jamón y aceite de oliva.
• Aceite de oliva y ajo.
• Queso crema y salmón
• Ricota, higos y semillas.
• Jamón york o pavo y tomate natural.

Las combinaciones para el desayuno son infinitas… pero todas nos darán la energía que necesitamos para sentirnos bien todo el día. ¡Sólo hay que probar y notar la diferencia!