De pocos alimentos podemos decir que lo comemos en todas las casas y todos los días del año… El pan es un imprescindible en nuestras mesas, pero no siempre elegimos el mejor. En los últimos años nos hemos habituado a consumir panes industriales a los que se les han añadido grandes cantidades de conservantes y aditivos. Seguro que os suena eso de que se ponga duro con el paso de las horas, ¿verdad?…

Agua, sal, masa madre y harina limpia, sin aditivos. Son los ingredientes de un pan con una corteza crujiente, miga húmeda y olor inconfundible, hablamos, claro está, del pan artesanal. La masa madre se elabora con harina y agua que produce la fermentación del pan. Los procesos de generación de ácidos y componentes aromáticos de este alimento requieren un tiempo de reposo… A diferencia del pan industrial, el pan artesanal se caracteriza por mantener los ingredientes tradiciones sin aditivos y los tiempos necesarios en los procesos de elaboración, en algunas ocasiones, se añaden otros ingredientes naturales como aceite de oliva, semillas o hierbas que definen el tipo de pan sin perjudicar su calidad.

Si aún no lo tienes claro, os enumeramos algunas de las razones que os convencerán la próxima vez que os preguntéis si elegir un par industrial o artesanal:

  1. Olvidemos algunos mitos: el pan no engorda. Un consumo racional de pan no influye en los kilos de más. La clave es incluir su consumo entre las 1.600 y 2.000 calorías que componen una dieta equilibrada. Para eso, tendremos en cuenta que 100 gramos de pan blanco tan solo tienen 250 kcal.
  2. El pan es bueno para el estómago por su alto contenido en fibra. Los panes integrales artesanos tienen un alto contenido en fibra que lo convierten en un alimento capaz de regular la flora intestinal
  3. Se trata de un aperitivo saludable. Mézclalo con aceite de oliva, tomate natural… y teniendo siempre en mente que se puede consumir unos 100 gramos al día. Es una alimento saciante que te aportará la energía que necesitas para seguir con el día.
  4. Elige el valor de las semillas. El semillas de sésamo, avena, chía… no aumentan el aporte calórico del pan pero si los ácidos grasos saludables. Además, añaden una cantidad extra de fibra por lo que aumenta su capacidad saciante.
  5. Es probiótico. ¡Ojo!. Siempre y cuando sea de masa madre. Los lactobacilos, presentes en el proceso de panificación de la masa madre, trasforman la masa haciendo el pan más saludable.
  6. ¿Os hemos mencionado que el pan artesanal es más sano que el pan de molde? El pan, ya sea integral, de centeno, avena, blanco… es más sano cuanto más natural y artesano sea. El industrial, hecho con harinas refinadas, o el pan de molde, con grasas, azúcares y un sinfín de aditivos, no es apto para una alimentación equilibrada.
  7. Una auténtica fuente de energía. El pan le aporta energía a nuestro cuerpo y alimento al cerebro. Eso sí, un pan artesano de calidad que se haga con masa madre y poca levadura. Es rico además en proteínas y minerales tales como el magnesio, el potasio y el sodio. Dicho todo esto sólo nos queda recomendaros que probéis tantas variedades de pan artesanal como os apetezcan para que encontréis vuestro preferido o preferidos y disfrutéis de lo bueno y saludable que es comer pan de calidad, pan artesano

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